Generar un impacto visual, olfativo o táctil favorable y positivo es fundamental y no es tarea fácil dado el “empacho” del consumidor, hábido de información, añadido a la convivencia del envase con otros de características similares. Todos pugnan por hacerse con el trofeo pero sólo unos pocos lo consiguen.
Esa es nuestra labor, conseguir que el cliente nos elija y, lo más importante, su satisfacción final.